miércoles, 30 de marzo de 2011

FE EN TIEMPOS DE PRUEBA

FE EN TIEMPOS DE PRUEBA
Abraham W, Barrera Bakit
PASTOR
e-church
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SALMO 46.

En el curso de su vida el cristiano encara muchos problemas y vicisitudes. A veces los cristianos piensan que Dios los protege de la tribulación. La experiencia nos enseña que Dios no previene tragedias o problemas que puedan acontecer a los suyos. Dios es nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

Los versos 1 al 3 evidencian la serenidad del salmista durante las crisis. No dio lugar al pánico; en cambio él mantuvo una serenidad total y llena de confianza.

LA PROTECCIÓN DE DIOS.

a.- Las catástrofes. El salmista mencionó numerosas posibilidades catastróficas. “Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben las aguas y tiemblen los montes a causa de su braveza”. Estas imágenes son, en la concepción del salmista, lo pero que podría ocurrir a una persona.

b.- La confianza. El salmista declaró su confianza en Dios, “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. Dios es un lugar donde encontrar seguridad en las tormentas de la vida, fortaleza para vivir y él está presente en todo momento para ayudarnos.

LAS PROVISIONES DE DIOS.

Los versos 4 al 7 ponen en evidencia la seguridad del salmista. El sabía algunas cosas que sus enemigos no conocían. El poseía una seguridad invisible.

a.- El río. “Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios”. Durante los días de Exequias se había excavado un túnel para llevar agua desde el manantial de Gihon a un reservorio dentro de la ciudad de Jerusalén. El salmista probablemente hace referencia a este hecho. Los enemigos no sabían que los habitantes de Jerusalén tenían una inagotable provisión de agua.

El pueblo de Dios tiene recursos que los no redimidos desconocen. Dios ayuda a su pueblo con maravillosas provisiones.

b.- La ciudad. En el versículo 4, el salmista también hace referencia a la “Ciudad de Dios”. El salmista ha reconocido que Jerusalén no era una ciudad invencible. Había sido capturada muchas veces por los enemigos. Evidentemente el salmista miraba a la seguridad que le ofrecía la nueva Jerusalén.

LA PREEMINENCIA DE DIOS.

En cada crisis que el salmista tuvo que encarar parecía que ésta lo aplastaría. Sin embargo su fe estaba puesta en Dios. Encontró que el Señor era mayor que todas las crisis.

a.- Una exhibición del poder de Dios (vs. 8,9). El salmista llama la atención sobre el poder de Dios contra los enemigos. El quiebra los arcos, corta lanzas y quema carruajes; la escena es una que muestra supremacía de Dios sobre las naciones.

b.- Una exhortación a la contemplación (v.10). El salmista hace un llamado a sus lectores para que se detengan y piensen. El contemplar la vida seriamente traerá como resultado que descubramos a Dios.

c.- Una expresión de confianza personal (11). El salmista expresó su confianza en el Señor. Dios estará con nosotros en los días de tribulación. El será nuestro refugio.

CONCLUSIÓN.

Los tiempos en que nosotros vivimos son tumultuosos. Las tensiones de la vida van en aumento. En medio de estos días de tribulación, nosotros necesitamos poner nuestra confianza en el Señor. Acepta al Señor cono tu refugio en los días de prueba.

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